Feliz en tu día

"¡Buen día La Plata! Feliz cumpleaños a ti y a mi... yo también nací un 19 de noviembre". Con ese mensaje, la Srita Tilo amaneció hoy.

Su día de cumpleaños era tradicional entre sus amigos. Corría con la misma suerte de la ciudad: todos tienen el día libre. Ése es, el primer motivo que hace difícil decir que no a su invitación. El segundo, que sabe sorprender con algo de último momento, como cuando nos hizo entrar a la República de los Niños por el agujero del alambrado roto porque su amigo Cisco podía hacer funcionar el parque de diversiones. Y tercero, porque goza del privilegio de tener vista panorámica de los fuegos artificiales que tradicionalmente explotan en un show estruendoso sobre la Plaza Moreno. No porque viva cerca de allí, sino porque sabe también cómo colarse en la terraza de la Muni. Pero no vayan a creer que la Srita Tilo es de andar por ahí cometiendo ilícitos. No, no. Nada que ver. Todo lo que consigue lo hace de frente. Ella va de frente y lo pide.

Srita Tilo: “Buenas noches señor. Hoy es mi cumpleaños y mis amigos pensaron que el mejor regalo para mi es poder ver los fuegos artificiales en primera fila pero como usted puede ver, es muy difícil saber cuál es la primera fila en una plaza abarrotada de gente. Por lo que nos pareció apropiado ubicar un punto bien alto y en el medio. ¿Podría dejarnos subir? Es un cachito nada más. Miramos y nos vamos. Se lo juro como que hoy es mi cumpleaños.”

El guardia no tenía ni un pelo de zonzo. Ni uno. Pero la Srita. Tilo tiene una sonrisa tan encantadora que difícil es que obtenga un “no”. Sonrisa a la una, sonrisa a las dos, sonrisa a las tres y ¡vendido! Te lo digo yo, que no he podido negarme a su deseo de llevarnos por las diagonales, recorriendo, conociendo, mirando y anotando lo que esta ciudad diseñada tiene para vivir. Si, a pesar de mis tantos años de platense, no fue sino hasta conocer a la Srita. Tilo que me di cuenta de que La Plata tiene mucho más de lo que a simple vista se ve. Hoy se lo voy a decir. Y se lo voy a decir así:

“Srita. Tilo, no se olvide nunca de invitarme a perderme por las diagonales. Descubrí que es la mejor manera de encontrarme a mi misma.”-